En la esquina preppy la casa Gucci lidera a los ortodoxos con sacos de impecable sastrería en tonos tierra, camisas de cuello y corbatas de seda. Ermenegildo Zegna, Dolce & Gabbana, Cerruti y Lanvin se unen a la alineación, pero apuestan por las rayas amplias y los estampados geométricos en chalecos y suéteres. Los materiales convocan a la pana y se permiten libertades como un toque de brillo.

Los roqueros echan mano de su tradicional culto al cuero en negro, las infalibles botas y los pantalones ajustados, como para quien está listo a saltar a la grupa de su Harley.

Thierry Mugler deja claro que el heavy metal está a toda máquina, mientras que Louis Vuitton y Emporio Armani recuerdan que también hay una elegancia clásica en el mundo del rock. El color y las texturas traen su nota alta y renovadora: fijémonos en los rojos de Jeremy Scott y los flecos de Custo Barcelona.